Antes de hablar de este juego hay que tener en cuenta quién lo firma: ni más, ni menos, que Bizarre Creations. Autores de algunos de los mejores juegos de conducción de los últimos tiempos (en su vertiente más arcade) como son Project Gotham Racing y Blur, y de otros juegos ultra conocidos como Geometry Wars. Hechas las presentaciones, vamos a valorar cómo ha resultado su trabajo al enfrentarse, por primera vez en su carrera, en un videojuego de James Bond. Casi nada. La nueva aventura de James Bond y Daniel Craig es sólo para consolas. Para empezar, el juego cuenta con un guión propio, con científicos y MacGuffins en los que no vamos a entrar, porque, entre otras cosas, ¿quién ha entendido en su vida el argumento de alguna película de James Bond? Aparte de este detalle, tenemos en el juego las voces de Daniel Craig y la de Judi Dench, interpretando a 007 y M respectivamente. Por cierto, Daniel Craig gana doblado al castellano. Por último, tenemos el juego en sí. El nivel gráfico y de espectáculo es soberbio. Representa perfectamente el mundo de Bond, con todo su glamour y fuego; con sus ambientes lounge y sus callejones en países perdidos. El juego es tan exótico y explosivo como lo son las películas. Es elegante y trepidante. Es Bond y es 007. En él encontramos dos tipos de juego diferenciados. Por un lado, las fases de acción son rápidas y certeras. Hay sistema de coberturas eficaz (si no no sería un juego de esta década) y ligeros apartados de correr, golpear y disparar. [[RELATED Wikipedia sobre el juego. [[/RELATED Por otro lado tenemos las fases de conducción, de todo tipo de vehículos. En este apartado, Bizarre ha demostrado un podo de todo su potencial, ejecutando estas fases bien encajadas dentro de la trama, pero con entidad propia, y no como intentos sin chicha, ni limonada. Sí, el juego es corto, como viene siendo costumbre hoy en día. Aporta diversión a nuestra vida, pero no demasiada. Sin embargo, los amantes de Bond, que los hay a patadas, podrán agradecer un nuevo intento de recuperar a su héroe, con unos resultados un tanto mejores que en ocasiones anteriores. ¡Larga vida a su Majestad la Reina de Inglaterra! Así, al menos, tendremos más tiempo de agentes secretos a su servicio.