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CON UN SIMPLE VISTAZO
¿Eres una persona supersticiosa? La superstición es la creencia contraria a la razón y que atribuye una explicación mágica o fantástica a un determinado hecho. Estas supersticiones pueden beneficiarnos o perjudicarnos, y en todas las culturas del mundo existe alguna. En nuestro país, por ejemplo, se dice que no podemos pasar por debajo de una escalera, romper un espejo, casarnos o mudarnos en día 13 o derramar sal; o atraeremos la mala suerte. Las supersticiones que más temor producen son las que aseguran que si haces ciertos rituales, queriendo o sin querer, puedes atraer desgracias a tu vida, ya sea en forma de mala suerte, seres de ultratumba o la visita de la parca.
A Japón se le conoce por ser un país increíble, donde la tecnología más puntera puede verse en las grandes ciudades, pero también la tradición es extremadamente importante en zonas más rurales. Una de estas tradiciones está muy relacionada con la buena y la mala suerte. Se trata de unas determinadas edades en las que, según la cultura tradicional del país nipón, tenemos más posibilidades de tener más mala suerte; siendo unas más perjudiciales que otras.
Conocidas como Yakudoshi (厄 年), son un conjunto de edades “desafortunadas” en Japón, propuestas por primera vez en el período Heian, último periodo de la época clásica de la historia japonesa que tuvo lugar entre los años 794 a 1185. Como podéis imaginar su validez científica es cuestionable, pero esto no ha evitado que siga siendo una creencia común en la sociedad japonesa.
Se cree que los orígenes proviene del onmyōdō (cosmología esotérica, mezcla de ciencias naturales y ocultismo que, muy influenciada por la cultura china, se originó en Japón en torno al siglo VII), sin embargo, no hay pruebas fehacientes que lo avalen. Las edades exactas de mala suerte varían a lo largo de la historia, según el periodo histórico en el que los documentos fueron escritos. Este desacuerdo dentro de los materiales originales muestra una progresión de la teoría durante varios años. Sin embargo, también restan mucho crédito a la idea.
Las ideas de Yin y Yang juega un papel fundamental en esta teoría, ya que si existen años buenos también deben existir los malos. Algunas otras teorías proponen que el origen de estos años proviene de los homófonos de las palabras japonesas. Como ya os hemos explicado alguna vez, el número 42 fonéticamente es similar a “prepararse para morir” en japonés. Además, se debe señalarse que los años desafortunados son diferentes para hombres y mujeres. En particular, el número 42 se dice que es el más desafortunado para los hombres y 33 para las mujeres. Se cree que en estos años la persona puede encontrarse con una gran desgracia. Por lo tanto, muchos creen que es necesario hacer preparativos para estos años.
Un festival se celebra anualmente en los santuarios de Hachiman los días 18 y 19 de enero. Durante el período de dos días, las personas que están entrando en un año de mala suerte asisten al santuario para someterse a un ritual llamado yakubarai ( 厄 払 い ) . La ceremonia involucra a un sacerdote recitando una oración mientras agita un ōnusa por encima de la persona desafortunada con el fin de alejar a los malos espíritus. A continuación podéis ver una tabla de las edades de mala suerte según el período de Japón.