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DE GRAN VALOR
En nuestro acercamiento por descubrir curiosidades de las culturas directamente relacionadas con los videojuegos, incluyendo el país del sol naciente, esta vez os hablaremos de comida y de una fruta que cuesta miles de euros. En Japón es habitual, según diferentes fiestas y tradiciones, adquirir algunos ejemplares de alimentos a precios muy elevados. Por ejemplo, el primer ejemplar de atún rojo del año en el Mercado de Pescado de Toyosu se ha vendido este año por 2,7 millones de euros. Las grandes empresas pagan cientos de veces su valor real para promocionarse; este último atún lo compró una empresa de sushi.
Lo mismo sucede con el Yubari King, sólo que en este caso se trata de una especie de melón que se cultiva en Yūbari, en la isla de Hokkaido, muy cerca de la famosa ciudad de Sapporo. Los verdaderos sólo se cultivan en esta localidad japonesa y son muy exquisitos con sus características. Un melón de primera calidad debe ser perfectamente redondo y tener una corteza excepcionalmente suave. Una porción del tallo, que se corta con tijeras, se deja en la parte superior. Esta no proporciona nada al fruto, sino que es más bien un atractivo estético. Algunos japoneses presentan melones Yubari King como regalo durante Chūgen, cuando las personas entregan regalos a sus superiores y conocidos.
¿Cuánto se puede llegar a pagar por los dos primeros ejemplares del año? Pokka Sapporo Food & Beverage Ltd, con sede en Tokio, compró un par de melones Yubari en la subasta de 2019 al precio más alto de la historia por estos ejemplares, 5 millones de yenes, unos 41.000 euros. Como hemos explicado se trata de publicidad para su empresa, ya que el valor real de estos melones no es tan elevado. Pero sí son piezas caras de fruta, entorno a unos 90 o 100 euros.
¿Por qué son tan caros los Yubari King?
La clave está en el tratamiento de todo el proceso, así como del esmero y la exclusividad de la especie. Comenzó a cultivarse en la década de los sesenta en Yubari, una localidad situada en la isla más septentrional de Japón, Hokkaido. La tierra de la zona es altamente rica en ceniza volcánica, lo que influye en el crecimiento y el sabor del melón, convirtiéndolo en una fruta única en el mundo. El resultado es una esfera perfecta con una corteza lisa pero bañada por una trama en forma de red.
Nada se deja al azar. Poseen un sistema de riego muy complejo, cuyo secreto se mantiene todavía oculto, y tan solo se sabe que lo hace a través de tuberías matemáticamente colocadas. Estas tuberías controlan en cada momento la temperatura del agua, así como la pureza de la misma. La carne del melón es pulposa, de color anaranjado y contiene un sabor intenso con una tenue sensación picante al final. Las autoridades japonesas establecen duros castigos para los intentos de falsificación de esta fruta.