REPLETO DE IRA
La desesperación por haber perdido una gran cantidad de dinero sin obtener ningún premio provocó la ira de este joven de 21 años.
Hablar de Japón nos puede llevar a tener una vista perfecta de algunos de los lugares más bellos o, incluso, de algunas de las curiosidades más llamativas. Después de todo, se trata de un país que parece tener la habilidad única de hacer que las cosas que parecen imposibles se vuelvan reales. Una prueba de ello es cómo son capaces de hacer en una base de carne espectaculares obras de arte que, actualmente, se encuentran expuestas.
Sin embargo, en este país también suceden cosas extrañas, como casos en los que la ira de los usuarios acaba por llevarlos a tomar medidas extremas. Enfados por la forma de aparcar de un vecino que acaban por provocar amenazas de coche bomba o, incluso, golpes extremos al resto de coches por haber perdido todas las partidas. Ahora, a estos casos, debemos sumarle amenazas de muerte a los empleados de una sala de juegos en la ciudad de Tachikawa, en Tokio.
Esta situación tuvo lugar entre el 4 y el 25 del mes de julio. Parece un largo periodo de tiempo y, sin embargo, fue el tiempo que este estudiante tomó para ir organizando su plan. El estudiante de último año, con apenas 21 años, comenzó a enviar cartas amenazando al personal del establecimiento. En total, llegó a enviar 16 mensajes, los cuales llegaban por correo desde cuatro prefecturas diferentes y cuyo remitente era “La desesperación de los muertos”. Texto que estaba escrito en japonés y que, por supuesto, despertaba la intranquilidad de los empleados.
Pero no solo el apartado del remitente mantenía en guardia a cada uno de los empleados, sino que la situación empeoraba al leer el contenido escrito en la carta donde el joven amenazaba con liberar al día siguiente gas venenoso, añadiendo a esto que exterminaría al personal de la sala. Las constantes amenazas con contenido muy similar acabó por provocar que los empleados no perdiesen detalle de cada persona sospechosa que pudiese acercarse por el lugar.
Por suerte, el delincuente fue grabado por la cámara de seguridad, momento en el que se detuvo e impidió que cometiese el crimen. Gou Kawasaki, el estudiante de 21 años, confesó su crimen y entró en detalles a la hora de explicar porqué había tomado la decisión tanto de amenazar como de estar dispuesto a envenenar a todos los empleados del lugar.
Según parece, el joven había estado en varias ocasiones en la sala recreativa, donde gastó grandes cantidades de dinero en las máquinas de gancho. ¿El resultado? Una pérdida completa de ingresos que nunca llegó a acabar en un premio. Por ello, repleto de ira, tomó la firme decisión de acabar con todos los empleados del lugar. Un acto que, por suerte, pudo impedirse y que ha acabado sin heridos.
Por supuesto, si hacemos un repaso al éxito de las salas recreativas en Japón, sabemos que uno de los juegos con mayor popularidad en el país son, precisamente, las máquinas de ganchos. Se tratan de máquinas que contienen interesantes premios como merchandising de videojuegos y películas muy queridas por los fans y que, generalmente, están situadas justo a la entrada.
El hecho de que estén tan cerca provoca una falsa sensación de que será fácil obtener el premio. Sin embargo, en la mayor parte de las ocasiones se convierten en todo un desafío. Esto ha provocado distintas situaciones, como el hecho de que el personal, compadeciéndose de la cantidad de dinero perdida por el jugador, acabe por ayudar a obtener el premio; que la policía tenga que acudir al local para que sea el propio empleado el que demuestre si se puede ganar o no en varios intentos y, de este modo, se tome la decisión de dejar más accesible el premio; o incluso que se llegue a las amenazas, como ha sido este caso.