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DELITO EXTRAÑO

El delito más extraño: lo arrestan por robar zapatos de mujer y sustituirlos por otro par nuevo

En Japón es muy habitual que en escuelas, trabajos y otros lugares, las personas dejen el calzado con el que andan por la calle a la entrada del local.

Pixabay Zapatos de tacón

Hablar de delitos extraños que llegan por medio de las redes procedentes o realizados en Japón es bastante habitual, algo que no deja de ser curioso en uno de los países más seguros del mundo. En muchos de los casos estos extraños delitos tienen una connotación sexual clara, realizados por personas que por supuesto no están en las mejores condiciones psicológicas, o al menos no lo parece.

El último delito extraño que llega por las redes es un ladrón de zapatos que, al parecer, tenía la cortesía de comprar pares nuevos a sus víctimas. Pese a reponer lo que robaba, lo cierto es que estaba sustrayendo posesiones ajenas, lo que es un delito tipificado.

El protagonista de este particular delito es un hombre de 33 años llamado Hiroaki Katsu, un oficinista de la ciudad de Nagakute, en Aichi, quien finalmente fue arrestado recientemente por la policía. Según las investigaciones, el hombre poseía unos 20 pares de zapatos de mujer en su casa de todos los tipos. Estos eran robados.

El ladrón de zapatos

El arresto se produjo después de que se descubriera que Katsu era el culpable de cambiar un par de zapatos valorados en unos 5.000 yenes de una instructora de 23 años en una escuela de música en Nagoya. La mujer se extrañó por encontrar sus zapatos, ya usados y con un tiempo, completamente nuevos. Obviamente se los habían cambiado, por lo que la mujer se puso en contacto con la policía.

En Japón es muy habitual que en escuelas, trabajos y otros lugares, las personas dejen el calzado con el que andan por la calle a la entrada del local. Dentro del mismo suelen caminar con otros zapatos especiales, zapatillas, etc. Por ello, robar zapatos es un delito que puede resultar realmente fácil en el país del sol naciente.

Tras descubrirse la colección de zapatos que tenía en casa, el criminal confesó haberlos robado todos y argumentó que "quería oler el aroma de los zapatos de mujer". La policía considera que los delitos fueron premeditados, ya que Katsu se había encargado de reemplazar cada par de zapatos por un par nuevo de la misma marca, estilo, tamaño y color.

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