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LA BELLEZA DE TOKIO
En muchas ocasiones no somos conscientes de la belleza que nos rodea en cualquier situación, independiente de si estamos en plena naturaleza o contemplando el skyline de una gran ciudad. No somos conscientes de esta belleza hasta que, poco después, podemos revivirla en un vídeo o en una imagen. Incluso con algunas técnicas fotográficas podemos realzar la belleza natural de las cosas o de la sociedad en la que vivimos, al igual que ha hecho un fotógrafo cuyo trabajo se ha vuelto viral recientemente en las redes.
El fotógrafo japonés Yasunobu Ikeda decidió retratar la belleza de la ciudad de Tokio y de uno de sus aeropuertos, captando el aterrizaje de varios aviones en Haneda y del bullicio de una gran ciudad por la noche. Una de las técnicas utilizadas es la del time-lapse, que consiste en tomar fotografías de forma periódica de una escena para luego montarlas de forma continuada para realizar una especie de vídeo. A este vídeo se le acelera el tiempo para concentrar en unos minutos algo que puede suceder durante horas.
Pero además el fotógrafo nipón combina otra técnica muy conocida entre los fans y los profesionales de la fotografía, el aumento de la exposición. La exposición prolongada básicamente permite tomar una fotografía captando mucha más luz, usándose de forma habitual para captar de forma más clara ciertas luces que podrían ser consideradas tenues, ya que la cámara puede configurarse para que la exposición de la fotografía sea de 1, 5 o 15 segundos, por ejemplo. Esto es muy habitual, por ejemplo, para tomar fotografías del cielo nocturno estrellado.
Time-lapse y aumento del tiempo de exposición
En este caso Yasunobu Ikeda quería captar el camino de los aviones aterrizando y despegando en la capital nipona, logrando un efecto que pocos creían real y que más de uno pensaba que estaban añadidos por medio de ordenador. Sin embargo, todos esos haces de luz son en realidad aviones y otros vehículos moviéndose en la noche, aparentando haces de luz gracias a la exposición elevada de la cámara Sony A7R III equipada con el teleobjetivo Sigma de 135 mm.
Aunque el aeropuerto es lo que más destaca de este time-lapse, lo cierto es que el tráfico nocturno también fue recogido y, por supuesto, hasta uno de los famosos trenes o tranvías que tan importantes son en la sociedad nipona. Sin duda lo captado por el fotógrafo es una imagen muy similar a la que hoy en día tenemos sobre una gran ciudad nipona, ciudades que no parecen descansar nunca.